¿Qué es una API?
API significa Interfaz de Programación de Aplicaciones, pero olvida ese nombre técnico y vamos a verlo más sencillo. Piensa en el sistema de pedidos en un restaurante. Cuando llegas a un local, no te diriges a la cocina a preparar tu plato favorito. En su lugar, consultas la carta, realizas tu pedido al camarero y este se encarga de transmitirlo a los cocineros, para finalmente servirte la comida lista.
Las API funcionan exactamente igual: son intermediarios que permiten a diferentes sistemas tecnológicos comunicarse sin necesidad de conocer sus secretos internos.
Esta tecnología se ha convertido en la columna vertebral de internet, aunque rara vez recibe el reconocimiento que merece. Cada vez que utilizas la opción ’Iniciar sesión con Google’ en una aplicación nueva, estás presenciando el trabajo de la API de Google en acción.
Esos mapas interactivos que aparecen en la web de un restaurante para mostrarte cómo llegar son posibles gracias a la API de Google Maps. Incluso operaciones cotidianas como ver el saldo bancario desde tu móvil o recibir notificaciones de WhatsApp dependen de estas conexiones.